LA PIRAMIDE DE MASLOW Y LA SITUACION CUBANA

Por Conchita Giro de San Pedro

             

     Una simple mirada a la pirámide de las necesidades de Maslow nos ayudaría a comprender el por qué el pueblo cubano no se ha rebelado contra la tiranía que lo oprime desde hace más de 53 años.

     Según Maslow (académico norteamericano quien fue profesor de sicología en Brandeis University, Brooklyn College, New School for Social Research y Columbia University), la jerarquía de las necesidades humanas se comprende mejor si la visualizamos como si fuera una pirámide con varios niveles.

Para Maslow, la base de la pirámide y por consiguiente la más importante, es la que representa las necesidades fisiológicas del ser humano.  Sin estas necesidades fisiológicas cubiertas, como la alimentación que aparece en el primer lugar, no se puede sobrevivir.

No es difícil comprender entonces que el régimen de los Castro, desde sus comienzos y a través de su política de centralización de la economía y de experimentos económicos totalmente absurdos, haya convertido a un país próspero cuando ellos tomaron el poder el 1 de enero de 1959, en un país totalmente arruinado.  Es esta ruina económica la que causa que la población sufra todo tipo de necesidades y penurias.  El conseguir el alimento ha sido desde hace muchas décadas en Cuba un verdadero esfuerzo al que la población ha tenido que dedicar la mayor parte de su tiempo.

Pasemos al segundo nivel de la pirámide, el que tiene que ver con las necesidades de seguridad y consideremos el hecho más que confirmado que el cubano siente que está siendo vigilado continuamente.  Recordemos al Hermano Mayor del libro de George Orwell, ¨1984¨ quien continuamente vigilaba a los habitantes y se lo recordaba a cada momento.  Al cubano le han creado una sensación de sentirse vigilado las 24 horas del día por seres omnipresentes que pueden escuchar lo que se habla, que pueden verlo todo y que hasta pueden leerles la mente.  El cubano ha desarrollado un miedo indescriptible pensando que en cualquier momento lo puedan denunciar, ya sea porque ha hecho algo que va contra los postulados del régimen o simplemente porque le pareció a los encargados de la vigilancia (delegados, por llamarlos de alguna manera, de ese Hermano Mayor) que esa persona puede convertirse en un enemigo del régimen y le aplican un término difícil de entender en una sociedad democrática --la peligrosidad pre-delictiva-- por lo que pueden ir a parar a la cárcel.

Al régimen no le conviene hacer cambios drásticos en su sistema económico.  Es por ello que las pequeñas reformas que están haciendo no solucionarán el problema de la escasez que sufre la población desde hace tantas décadas.  Simplemente están tratando de aliviar las nóminas estatales sin permitir que las personas que tratan de conseguir por cuenta propia la independencia económica puedan llegar a ser exitosos ni alcanzar prestigio en el giro que han elegido.  En otras palabras, que no puedan llegar a la cima de la pirámide lo que les permitiría sentirse capaces de tomar las iniciativas necesarias para forzar un cambio político en el país.