ELECCIONES 2012: NOTICIAS DE CAMPAÑA
Miami, 27 de mayo de 2012
El partido Republicano no anda bien.Ha perdido el rumbo y encontrarlo se le está haciendo muy cuesta arriba.
En el 2008 apostó por la formula McCain-Pailin y el resultado lo conocen todos: la formula Obama-Biden ganó las elecciones por un 6.07% (7,501,496 votos) del voto popular y por mayoría del voto electoral (270 votos).
Han pasado casi 4 años y el país está en plena campaña electoral nuevamente.
Sufrimos ya la campaña propiamente dicha, aún cuando todavía no se han celebrado las convenciones de ninguno de los dos partidos.
La apuesta del GOP para noviembre 2012 no me parece mejor que la hecha para noviembre 2008. Y si tenemos en cuenta que aún no se han decantado por un candidato para la vicepresidencia, la candidatura republicana podría llegar a ser --al menos-- igualmente lamentable.
Y para sustentar lo hasta aquí afirmado me baso en una pregunta: ¿se puede creer en lo que dice Mitt Rommey?
Con toda honestidad les digo que Rommey no me resulta creíble, no puedo evitar que me recuerde al camaleón(Chamaeleonidae),animalito famoso por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada, y por sus ojos que pueden ser movidos independientemente el uno del otro.
Ayer, Dios Nuestro Señor, que tan generoso suele mostrarse conmigo, me puso delante un artículo del excelente periodista y escritor colombiano Pedro Caviedes, que aborda este tema y lo hace de manera magistral.
Dicho esto, los dejo con el artículo en cuestión:
Noticias de campañaPedro Caviedes
Con dolor, cuando observo las noticias de la campaña política en los Estados Unidos, compruebo que este país ya no es el ejemplo que fue en otra época. Cuando el candidato de un partido ya no tiene escrúpulos para dar discursos repletos de falsedades, y cuando gran parte de los ciudadanos, desinformados, le creen, y cuando mentir sobre asuntos públicos no conlleva un castigo, lo que era una democracia vibrante pasa a convertirse en una especie de farsa. Y el poder de esta nación, todo el éxito de tantos años, más que basado en el capital, lo ha estado en la libertad, en la idea de una democracia limpia, donde gane el mejor, acogiéndose a las reglas.Y de eso ya queda muy poco. Entre la redistribución arbitraria del mapa electoral, los Super Pac y la agenda dispuesta por un fraude inexistente que dejará sin voto a muchos, están acabando con la democracia. No importa si quien gane en noviembre sea el presidente Barack Obama o el ex gobernador Mitt Romney, las farsas que el partido de este último está ejecutando, le están causando un daño digno de las peores dictaduras.
Mitt Romney da ahora sus discursos con el reloj de la deuda del país atrás suyo, y grita que el actual presidente, desde el primer día, multiplicó el gasto. Falso. Los cuadros comparativos muestran que el gasto se ha detenido en los años de Obama, y que quien verdaderamente lo potenció a cifras inauditas fue su predecesor, el otrora presidente al que Romney ni menciona. Pero tanta gente observa cómo le gritan la mentira en la cara, y se la traga entera aplaudiendo como ovejas ciegas siguiendo al pastor de un rebaño, aunque las estén dirigiendo a la cueva de los lobos.
También vociferan que el presidente aumentó los impuestos. Falso. La política fiscal del gobierno del presidente Obama ha sido prácticamente la misma política desastrosa del anterior gobierno, simplemente porque cada vez que el presidente ha querido cambiarla, por ejemplo para liberar al país del peso de los grandiosos recortes a las multimillonarias corporaciones (que tanto abonan al déficit), se ha encontrado con el muro de contención de los servidores de éstas, que tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, y cuyo líder es el arbitrario John Boehner. Estos se han servido de todas las formas posibles para salvaguardar a las corporaciones de pagar lo debido al país donde tienen su sede, incluso con la amenaza de que el país, por primera vez en su historia, no cumpla con sus obligaciones financieras. Y se dicen patriotas. ¿Qué de patriotismo tiene rechazar, devolver en impuestos, la seguridad y la infraestructura de la que se sirven para enriquecerse?
Dicen que el presidente Obama ha sido débil en su política exterior. ¿Débil porque no le tembló el pulso para entrar a Pakistán y sacar de su madriguera a Osama Bin Laden y para acabar con toda la cúpula de Al Qaida en Afganistán y Yemen? ¿O débil porque presionó a la OTAN para que el dictador Gadafi (ese tirano que se había hecho tan amigo del anterior gobierno y su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y que incluso fue exaltado en un discurso del Estado de la Unión por George W. Bush) fuese combatido y finalmente derrocado? ¿O débil porque ha denunciado a China en sus abusos al copyright de las empresas estadounidenses, y ha reforzado los vínculos militares con todos los socios del Pacífico? ¿O débil porque ha logrado que en la ONU se impongan duras sanciones a Irán, que han obligado a ese país a detener su programa nuclear? ¿O débil porque Fidel Castro sigue gobernando en Cuba, y los sesenta años que lleva en el poder son culpa del presidente Obama…?
Solo en un mundo de esta dimensión absurda, puede darse el resurgimiento de un personaje como Karl Rove. Este asesor siniestro del ex presidente republicano innombrable por la campaña republicana, y uno de los artífices del engaño que llevó a su elección y reelección, ha revivido de las tinieblas con Super Pac incluido, para inundar las televisiones del país con calumnias y todas las mentiras mencionadas, como si no le bastara con todo el daño que ya hizo colocando a su ‘príncipe’ en la Casa Blanca, y haciendo parte del gobierno más desastroso de la historia de Estados Unidos.
Cuántas malas noticias para la Unión americana.
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