FALLECE MONSEÑOR AGUSTÍN ALEIDO ROMAN: La diáspora cubana perdió a su figura más representativa, el cielo ganó un alma ejemplar
MIAMI, 11 de abril de 2012
Humberto J. San Pedro Editor General |
Alrededor de las 9 de la noche de hoy, un entrañable amigo me comunicó por teléfono que Monseñor Agustín Aleido Román había fallecido a consecuencia de un ataque al corazón: la diáspora cubana ha perdido a su figura más representativa, el cielo ha ganado un alma ejemplar como pocas.
La muerte de Aleido, hace poco me decía él que no acababa de acostumbrarse a que lo llamaran Agustín, es la noticia para mi más triste que he reportado en este periódico digital.
Monseñor Agustín Aleido Román Agradeciendo el Premio HERENCIA |
Noticia muy triste que no por esperada me impactó menos.
Lo vi por ultima vez el sábado en la noche, en la Ermita de la Caridad durante la celebración de la vigilia de la resurrección de Jesús.
Esa noche no pudo subir al altar para celebrar la misa, la siguió desde una butaca que le ponían al pie del altar, siempre en el lado derecho, con un reclinatorio delante. Yo estaba sentado en el primer banco muy cerca de él y lo miraba admirado de su fuerza, de su capacidad de sacar energía de donde apenas quedaba, para no interrumpir su labor pastoral.
Me llamó la atención la tristeza que noté en la expresión de su rostro mientras oraba con los ojos cerrados durante la consagración y después de haber tomado la eucaristía. Pensé que presentía que el final estaba muy cerca, que Dios lo estaba llamando, y que lo aceptaba, pero con mucha tristeza porque le hacía mucha ilusión estar vivo para la celebración del 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad en la bahía de Nipe.
Llegado el momento de dar la paz, me acerqué a él, le di un abrazo largo y vi alegría en su mirada. Fue el último abrazo que pude darle.
Monseñor vivía para la comunidad y para la Ermita. Sólo dejaba de trabajar cuando su quebrantada salud no se lo permitía. No bien los médicos le daban el alta, volvía a su trabajo como si nada hubiera sucedido.
Al terminar la misa muy cerca de la medianoche, Conchita --mi esposa-- fue a saludarlo a la sacristía y me comentó que no había podido hablar mucho con él, pues quería irse a descansar para participar en la misa de la Aurora, a las 6:30 de la madrugada siguiente.
Poco antes de la visita de S.S. Benedicto XVI a Cuba, tuve el privilegio de participar en una reunión de lideres espirituales de la comunidad que se llevó a cabo en el salón Varela, aledaño al Santuario, a solicitud de él .
Minutos antes de comenzar la reunión, nos llevó hasta el balcón del salón Varela --al pastor Frank Figueroa y a mi-- para enseñarnos la obra del malecón de la Ermita que está en ejecución, y nos dijo con alegría y orgullo: "No dejen de bajar para que vean lo bonito que está quedando el malecón". También le hacía mucha ilusión ver el malecón terminado y asistir a su inauguración.
Dios lo llamó hoy cuando se dirigía a dar una clase de catecismo en la Ermita. Se fue sin darse cuenta: un ataque al corazón. No merecía una muerte cruenta y el Señor lo tuvo en cuenta.
Y el Señor tendrá en cuenta sus deseo de estar presente en la inauguración del malecón de la Ermita. Monseñor estará allí sin duda alguna.
Y también, no podría ser de otra manera, el Señor posibilitará que Aleido esté en la celebración del 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad.
Y estará en el Cobre, y no en Miami como hubiese estado de haber estado vivo para la ocasión. Y todos los que en el Santuario del Cobre estén en ese día percibirán que Agustín Aleido Román, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Miami, está postrado a los pies de la imagen de la Virgen a la que tanto amó en vida.
¡Qué descanse en paz el alma de monseñor Agustín Aleido Román!
¡Qué desde el lugar que Dios le haya asignado, muy cerca de El sin dudas, interceda por su querido pueblo cubano!
GALERÍA
NUESTRA OPINIÓN tiene en sus archivos muchas fotos y clips de vídeo de Monseñor Román que publicaremos en trabajos posteriores. Hoy hemos escogido las que tomamos en la entrega del Premio HERENCIA 2009, porque ese día se le rindió justo homenaje de reconocimiento a monseñor y a su obra.
Ariel Remos, Monseñor Román, Alberto Bustamante y David Cabarrocas en la ceremonia de entrega del premio HERENCIA 2009. |
Horacio Aguirre, Ariel Remos y Monseñor Román |
El Dr. Alberto Bustamante presentando la mesa |
Ariel Remos, Marcos Antonio Ramos, Horacio Aguirre y Monseñor Román |
Monseñor Román recibiendo su premio HERENCIA |
Monseñor Román agradeciendo el premio |
Detrás de Monseñor Román, Marcos Antonio Ramos su amigo entrañable |
Conchita Giro de San Pedro, Monseñor Román y Humberto San Pedro |
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