ELECCIONES 2012: ¿PODRÁ MITT ROMMEY AFRONTAR ESTE RETO?
“Si quisiera podría cantar, no me preocupa desafinar”
Obama, estrella de ‘Rolling Stone’, por su faceta musical
EVA SÁIZ Washington 26 ABR 2012 - 20:52 CET
Quienes compren hoy la edición estadounidense de la revista Rolling Stone no
encontrarán en su portada al último fenómeno musical ni a la enésima banda
consagrada. Al frente de sus páginas se toparán con Barack Obama posando en el
Despacho Oval. Su entrevista en elmagazine es el colofón a una
semana en la que el presidente de Estados Unidos se ha dedicado a cortejar el
voto de los jóvenes, visitando universidades y acudiendo a un late show en la televisión en
donde rapeó y bromeó sobre la ilegalización de la marihuana.
Pocos pueden discutir que Obama no
sea una estrella mediática y política, pero encontrar ese consenso en el ámbito
musical se antoja un empeño más complejo, si bien conviene recordar que en sus
escasos pinitos en el mundo de la canción las críticas han sido benévolas. La
primera vez que se arrancó a cantar fue durante 44 segundos en el mítico Teatro Apollo de Nueva
York el pasado 12 de enero, entonces tarareó el tema Let’s
stay together de Al Green, que estaba presente entre el público.
“Puedo cantar”, dice Obama en la entrevista sobre ese momento. “No estaba
preocupado en absoluto por desafinar”, confiesa.
“El único problema de mi actuación en el Apollo es que
ahora, donde quiera que voy, todo el mundo me pide que cante”, explica Obama en
la revista. "Estoy convencido de que cuantas menos actuaciones dé, el
precio de las entradas subirá, por eso no quiero pasarme”. El presidente cumple
con esta premisa ya que solo ha vuelto a cantar en otra ocasión. Fue el 22 de
febrero durante la gala de homenaje al Blues en la Casa
Blanca, donde interpretó el estribillo de Sweet Home Chicago.
Obama también habla sobre esa actuación. “En realidad yo no quería cantar”,
explica y aprovecha para recordar los 45 minutos que pasó con Mick Jagger
durante los ensayos previos a esa fiesta.
En un guiño hacia George Clooney, uno de sus principales benefactores en
Hollywood, Obama reconoce que le encanta Los Descendientes,
porque “muestra la parte de Hawai que no es solo arcoíris y puestas de sol”. Él
lo sabe bien porque pasó parte de su infancia en las islas.
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