PUNTOS DE VISTA: ¿LA TRAGEDIA DE NEWTOWN?
Miami, 19 de diciembre de 2012
José Julián Martí
Pérez, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano, escribió en una carta a su amigo Manuel Mercado:
[...] y caigan, con esa fuerza más
[...].
Y así, con ´esa fuerza más´, me impactó lo ocurrido
en la escuela primaria “Sandy Hook” en Newton, Connecticut el pasado viernes 14
de diciembre. Creo que la palabra “horror” es la que mejor podría describir lo
que sentí al conocer la noticia.
Horror que ha ido
creciendo en la medida que la significación de esa barbarie se ha hecho cada
vez más clara para mí.
La opinión pública
comenzó a buscar culpables inmediatamente. La 2ª enmienda a la Constitución de
Estados Unidos y la Asociación del Rifle fueron los primeros acusados.
Pero el derecho a
portar armas que garantiza la 2ª enmienda y la defensa a ultranza de ese
derecho que hace la Asociación del Rifle no son, en mi opinión, los culpables
de crímenes como los que se cometieron en “Sandy Hook”, o en “Georgia Tech” --por
solo citar los casos más recientes.
Tener derecho a
portar un arma no implica que se haga un mal uso de ella. El tipo de uso que se
haga de un arma, o de cualquier otra cosa, depende fundamentalmente de los
valores ético-morales de la persona que la usa y/o de su salud mental.
Y el sistema de
valores ético-morales de la sociedad en que vivimos está seriamente dañado. Y tan
dañado está, que cada vez se observa menos respeto por el valor de la vida, de
la ajena y de la propia.
Reconstruir el
sistema de valores de la sociedad es una tarea monumental, casi impensable. Así
de grave es el problema que enfrentamos.
He oído a mucha
gente preguntándose cómo Dios permite que ocurran cosas tan espantosas como los
recientes asesinatos de Newton, Connecticut. No pocos cuestionan la existencia
misma de Dios.
Dios me ha
concedido el privilegio de conocer la Fe y de entender cuál es el papel que
debemos jugar durante nuestra vida. Ese papel está descrito en dos
mandamientos: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Dicho eso, no me
parece aventurado pensar que los sucesos del viernes pasado, 14 de diciembre de
2012, fueron un aldabonazo monumental de Dios, para ver si la sociedad acaba de darse cuenta de
que se está autodestruyendo.
¿Qué piensa usted?
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