EL ESTADO DE SALUD DE FIDEL CASTRO: ¿DISCULPARME O NO DISCULPARME?
Miércoles 22 de agosto de 2012
Humberto J. San Pedro
Esta mañana me abordó un entrañable amigo en el restaurante Sergio´s, el de Coral Way y la Avenida 33 del Suroeste, para preguntarme qué pensaba yo acerca de la salud de Fidel Castro.
Sin pensarlo dos veces le respondí que me temía que Dios Nuestro Señor, de no haberlo llamado ya a su presencia, estaría a punto de hacerlo.
Para darle esa respuesta tuve en cuenta que:
Hacía 64 días que no había noticias del ex-presidente cubano.
La última vez que había visto a Fidel en la televisión --en ocasión de su visita a S.S. Benedicto XVI en la Nunciatura de la Habana--, el deterioro de su salud me había resultado más evidente que nunca.
El 26 de julio pasado, al finalizar el vicepresidente José Ramón Machado Ventura el discurso central del acto celebrado en la ciudad de Guantánamo, Raúl Castro había tomado el micrófono y le había hablado a los asistentes al acto durante 20 minutos. No estaba programado que el presidente hablara en ese acto y mucho menos lo estaba que improvisara su breve discurso, pues es su inveterada costumbre leerlos.
En esa ocasión el presidente Castro había hablado en términos que dejaban escaso margen de duda de que se sentía en absoluto control del gobierno cubano. Hasta ese día su tono parecía haber estado modulado por la posibilidad de que su hermano estuviera escuchando y no fuera a aprobar lo que él dijera.
A diferencia de ocasiones anteriores, no había corrido rumor alguno en Miami, ni en ninguna otra parte, que diera por segura la muerte del Comandante.
Pasadas las cinco de la tarde, Juan Manuel Cao, el presentador del noticiero del canal 41, anunció que Yoani Sánchez había "twitteado" --después de un largo silencio-- sobre rumores en relación con la salud de Fidel Castro.
Lo que sigue a continuación es el contenido del "twitter" de Yoani Sánchez:
Un poco más tarde El Nuevo Herald publicó el siguiente despacho de AFP:
Humberto J. San Pedro
Esta mañana me abordó un entrañable amigo en el restaurante Sergio´s, el de Coral Way y la Avenida 33 del Suroeste, para preguntarme qué pensaba yo acerca de la salud de Fidel Castro.
Sin pensarlo dos veces le respondí que me temía que Dios Nuestro Señor, de no haberlo llamado ya a su presencia, estaría a punto de hacerlo.
Para darle esa respuesta tuve en cuenta que:
Hacía 64 días que no había noticias del ex-presidente cubano.
La última vez que había visto a Fidel en la televisión --en ocasión de su visita a S.S. Benedicto XVI en la Nunciatura de la Habana--, el deterioro de su salud me había resultado más evidente que nunca.
El 26 de julio pasado, al finalizar el vicepresidente José Ramón Machado Ventura el discurso central del acto celebrado en la ciudad de Guantánamo, Raúl Castro había tomado el micrófono y le había hablado a los asistentes al acto durante 20 minutos. No estaba programado que el presidente hablara en ese acto y mucho menos lo estaba que improvisara su breve discurso, pues es su inveterada costumbre leerlos.
En esa ocasión el presidente Castro había hablado en términos que dejaban escaso margen de duda de que se sentía en absoluto control del gobierno cubano. Hasta ese día su tono parecía haber estado modulado por la posibilidad de que su hermano estuviera escuchando y no fuera a aprobar lo que él dijera.
A diferencia de ocasiones anteriores, no había corrido rumor alguno en Miami, ni en ninguna otra parte, que diera por segura la muerte del Comandante.
Pasadas las cinco de la tarde, Juan Manuel Cao, el presentador del noticiero del canal 41, anunció que Yoani Sánchez había "twitteado" --después de un largo silencio-- sobre rumores en relación con la salud de Fidel Castro.
Lo que sigue a continuación es el contenido del "twitter" de Yoani Sánchez:
Yoani Sánchez @yoanisanchez
#Cuba Ahora mismo un coro mudo recorre las calles "Donde esta #FidelCastro ? se pregunta en un murmullo" y la prensa oficial callada :-(
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6h Yoani Sánchez @yoanisanchez
#Cuba Amigo me aconseja que me calle y le digo q opinar es meterse en problemas, pero prefiero ese riesgo a la "calma culpable" del silencio
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Un poco más tarde El Nuevo Herald publicó el siguiente despacho de AFP:
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