Homilía del papa Francisco en la misa de este sábado en Santa Marta concelebrada con el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamino
''Lo que escandaliza de la Iglesia es el misterio de la encarnación del Verbo''
Homilía del papa Francisco en la misa de este sábado en Santa Marta
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 01 de junio de 2013 (Zenit.org) - “La Iglesia no es una organización de cultura” sino que es “la familia de Jesús”. Lo ha subrayado el papa Francisco en la misa celebrada esta mañana en la Casa de Santa Marta. El papa ha subrayado que los cristianos no deben tener vergüenza de vivir con el escándalo de la Cruz y les ha exhortado a no dejarse “atrapar por el espíritu del mundo”.
Según informa Radio Vaticana, en la misa, concelebrada con el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamino, participó un grupo de caballeros de Su Santidad.
¿Con qué autoridad hacéis estas cosas? El papa Francisco ha desarrollado su homilía partiendo de la pregunta dirigida a Jesús por los escribas y los sumos sacerdotes. Una vez más, ha observado, quieren tender “una trampa” al Señor, tratando de llevarlo “contra la pared”, de hacerle equivocarse. Pero ¿cuál es --se pregunta el papa- el problema que esta gente tenía con Jesús? ¿Son quizás los milagros que hacía? No, no es esto. En realidad, ha afirmado, “el problema que escandalizaba a esta gente era el de que los demonios gritaban a Jesús: '¡Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Santo!'”. Este “es el centro”, esto escandaliza de Jesús: “Él es Dios que se ha encarnado”. También a nosotros, ha proseguido, “nos tienden trampas en la vida”, pero lo que “escandaliza de la Iglesia es el misterio de la Encarnación del Verbo”. Y “esto no se tolera, esto el demonio no lo tolera”.
“Cuántas veces se oye decir: 'Pero, vosotros cristianos, sed un poco más normales, como las otras personas, ¡razonables!'. Este es un discurso de encantadores de serpientes: 'Pero, sed así ¿no?, un poco más normales, no seáis tan rígidos...' Pero detrás de esto está: 'Pero, no vengáis con historias ¡que Dios se ha hecho hombre! La Encarnación del Verbo, ¡ese es el escándalo que está detrás! Podemos hacer todas las obras sociales que queramos, y dirán: 'Pero qué buena la Iglesia, qué buena la obra social que hace la Iglesia' Pero si decimos que hacemos esto porque aquellas personas son la carne de Cristo, viene el escándalo. Y esa es la verdad, esa es la revelación de Jesús: esa presencia de Jesús encarnado”.
Y “este es el punto”, ha subrayado el papa Francisco: “Siempre estará la seducción de hacer cosas buenas sin el escándalo del Verbo Encarnado, sin el escándalo de la Cruz”. Debemos en cambio “ser coherentes con este escándalo, con esta realidad que escandaliza”. Es “mejor así: la coherencia de la fe”. El papa ha recordado lo que afirma el apóstol Juan: “Quienes niegan que el Verbo ha venido en la carne son del anticristo, son el anticristo”. Por otra parte, ha añadido, “sólo aquellos que dicen que el Verbo ha venido en carne son del Espíritu santo”. El papa Francisco ha afirmado que “nos hará bien a todos pensar esto: la Iglesia no es una organización de cultura, ni de religión, ni social”.
“La Iglesia es la familia de Jesús. La Iglesia confiesa que Jesús es el Hijo de Dios venido en la carne: ese es el escándalo, y por esto perseguían a Jesús. Y al final, aquellos que no había querido decir Jesús a estos --¿con qué autoridad haces esto? -- lo dice al sumo sacerdote. 'Pero, al final di: ¿Tú eres el Hijo de Dios? --'¡Sí¡'. Condenado a muerte por ello. Este es el centro de la persecución. Si nos convertimos en cristianos razonables, cristianos sociales, cristianos de beneficencia solo, ¿cuál será la consecuencia? Que no tendremos nunca mártires: esa será la consecuencia”.
Cuando en cambio nosotros cristianos decimos esta verdad, que “El Hijo de Dios ha venido y se ha hecho carne”, cuando nosotros predicamos el escándalo de la Cruz, vendrán las persecuciones, vendrá la Cruz” y eso “será bueno”, “así es nuestra vida”.
“Pidamos al Señor no tener vergüenza de vivir con este escándalo de la Cruz. Y también la sabiduría: pidamos la sabiduría de no dejarnos atrapar por el espíritu del mundo, que siempre nos hará propuestas educadas, propuestas civiles, propuestas buenas pero detrás de ellas está la negación del hecho de que el Verbo ha venido en la carne, de la Encarnación del Verbo. Que al final es eso lo que escandaliza a aquellos que persiguen a Jesús, es eso lo que destruye la obra del diablo. Así sea”.
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