MARCOS ANTONIO RAMOS: Leonardo Wood y las Convenciones Republicanas
De repente, en medio de las interminable discusiones y debates por la candidatura republicana del 2012, el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich comparó a su rival el ex Gobernador Mitt Romney con el General y Doctor Leonardo Wood, ex Gobernador norteamericano de Cuba (1899-1902), una de las personalidades de mayor influencia en un período decisivo en la historia de la mayor de las Antillas. El ilustre médico, militar y administrador colonial aspiró a la candidatura republicana en las convenciones de 1916 y 1920 y en estas últimas disfrutó por algún tiempo de la condición de puntero en el número de delegados, pero fue finalmente vencido por el Senador por Ohio Warren Gamaliel Harding, el cual fue elegido Presidente en 1920.
El pasado martes, el principal rival de Romney, el ex senador Rick Santorum, triunfó en la votación en las primarias sureñas de Alabama y Mississippi mientras Romney obtenía el mayor número de delegados, ayudado por votantes en territorios de ultramar, los cuales, aunque no viven en los 50 estados, tienen ciudadanía estadounidense y el derecho a votar por delegados a las convenciones, como es también el caso de Puerto Rico. Romney continúa, pues, superando la suma de los delegados de sus rivales Santorum, Gingrich y el Congresista Ron Paul.
Los comentaristas más liberales de la televisión persisten en atacar a Romney pues, aunque critican duramente a Santorum y a Gingrich, parecen entusiasmados con la posibilidad de que, al llegar la Convención Republicana del 2012 en Tampa una suma de delegados conservadores impida que Romney sea nominado. Por ejemplo, celebran que Gingrich haya perdido en estos estados sureños porque confían que, al retirarse este, o ser visualizado como probable perdedor, los más conservadores se agrupen en torno a Santorum, a quien consideran más fácil de derrotar por Obama que Romney.
Por supuesto que nadie sabe si Obama puede derrotar a su rival republicano, cualquiera que este sea, ni tampoco si un republicano puede derrotar al Presidente. Es demasiado temprano y prevalecen las conjeturas y las encuestas que, curiosamente, ofrecen diferentes resultados cada semana.
Es innegable que el ex-Senador Santorum, con menos recursos que Romney, está logrando triunfos que le sitúan en segundo lugar en el número de delegados y siempre existe la posibilidad de que logre ser nominado, pero muchos desean ver a Romney enfrentado únicamente a Santorum, confiando en que así los conservadores se unirían para derrotar al ex gobernador de Massachussets, anticipando el soñado espectáculo de una Convención Republicana en caos, situación anhelada por los oponentes al G.O.P. Todo eso está por ver, pero en ciertos círculos hay que crear noticias sensacionales para mantener los “ratings” y nada como primarias competitivas y convenciones divididas para darle trabajo y oportunidades a comentaristas, expertos, analistas, encuestadores, etc.
Retomando la Convención Republicana de 1920, el puntero lo fue por algún tiempo el General Wood, considerado como un heredero político del gran Teodoro Roosevelt, junto a quien había combatido en la Guerra Hispano Cubano Americana (1898). Wood era un político conservador que hasta citaba con frecuencia a un insigne Pastor Protestante que pedía que los sospechosos de simpatías con los bolcheviques fueran enviados fuera del país “en barcos de piedra…con el infierno como destino…” En segundo lugar, aparecía la figura del Gobernador de Illinois, Frank O. Lowden, con amplios fondos de campaña gracias a los vínculos de su esposa con la empresa Pullman. Otro candidato importante era el senador por California Hiram Johnson.
En cuanto a Harding, este había sido el orador principal de la Convención de 1916 aunque su vida senatorial no era demasiado conspicua. Los tres punteros: Wood, Lowden y Johnson se mantuvieron en la contienda durante cuatro votaciones en la Convención, pero al llegar la noche los delegados más conservadores se pusieron de acuerdo para apoyar a Harding, logrando nominarlo en la décima votación. Harding escogió a Calvino Coolidge como su candidato vicepresidencial. Por cierto este, el único Presidente estadounidense en visitar La Habana durante su ejercicio del cargo (en 1928), ocupó la Casa Blanca a partir de 1923 por la muerte de Harding.
Pero el parecido entre las Convenciones de 1920 y 2012 pudiera terminar con la nominación de Harding ya que las diferencias, antes y después son gigantescas. No estimo que la comparación de Gingrich pueda ser considerada adecuada. Wood no tenía el alto porcentaje de delegados que tendrá Romney en la Convención, “llueve, truene o relampagueé” (como decíamos, con uso libre del idioma, en mi pueblo natal), lo cual no quiere decir tampoco que tendrá en primera votación los 1,144 delegados requeridos. De ahí las posibilidades de un adversario como Santorum, siempre que consiga a casi todos los delegados obtenidos por otros candidatos, aparte de los de Romney. Si es difícil llegar con 1,144 delegados, mucho más sería conseguir esa monolítica coalición anti Romney en las primeras votaciones.
Por otro lado, Wood no tenía el número de victorias en primarias que podrá exhibir Romney, siempre que triunfe en al menos un buen número de las que faltan, es decir, en estados que todo indica le serán favorables. Claro está que perderá otras primarias. Santorum aumentará el número de sus delegados, pero todo eso, lo que atañe a uno y otro candidato, está por venir.
Wood no se parecía a Romney. Vivió entre 1860 y 1927 y ya mencionamos sus profesiones, no era necesariamente un hombre de empresa de tiempo completo como Romney. Nació en New Hampshire y era un Protestante activo, aunque fue un benefactor de la Iglesia Católica pues inició el pago de las deudas que España tenía con esa Iglesia en Cuba desde el gobierno liberal de Mendizabal en el siglo XIX.
El doctor Wood ayudó a su gran amigo Teodoro Roosevelt a organizar los “Rough Riders” que se destacaron en Cuba, participó en batallas en territorio cubano y fue puesto al frente de una brigada de caballería. Al terminar las operaciones fue designado Gobernador de Santiago de Cuba (Oriente) en 1898 y desde fines de 1899 gobernó toda la Isla en forma muy eficiente en aspectos sanitarios, educativos y de otro tipo. Le correspondió entregar el gobierno del archipiélago cubano a Don Tomás Estrada Palma el 20 de mayo de 1902.
Muchos historiadores le han considerado como ferviente partidario de la anexión, pero aceptó la independencia de Cuba. Wood también gobernó Mindanao en las Filipinas, estuvo al frente de las tropas americanas en ese país de 1906 a 1908 y llegó a Jefe del Estado Mayor del Ejército de EE.UU., de 1910 a 1914. Después de las elecciones de 1921, Harding lo designó Gobernador de Filipinas (1921-1927). Wood recibió, entre otras la Medalla de Honor.
Como acostumbro a decir: “eran otros tiempos y otros hombres”. También eran otras convenciones. Ni siquiera los partidos son exactamente los mismos en aspectos fundamentales. Estas primarias son diferentes a las de 1920. Imaginar en aquel entonces que un católico practicante como Santorum pudiera recibir la más alta proporción del voto evangélico (protestantes conservadores o fundamentalistas) en el “Bible Belt” (“cinturón bíblico”) era imposible. Pero debe tenerse en cuenta que Romney también recibió un buen porcentaje de esos votos, tan decisivos en Alabama y Mississippi.
Y en otras palabras, todavía es poco lo que sabemos acerca de la Convención de 2012, nos conformamos con comprender el resultado de las de 1920, a la vez que nos resulta interesante que el General y Doctor Leonardo Wood, ex Gobernador de Cuba, haya sido utilizado como argumento en declaraciones de la campaña del 2012.
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