MARCOS ANTONIO RAMOS: La historia religiosa y el Senador Rubio

El Senador Marco Rubio tiene derecho como funcionario a profesar y practicar las creencias que prefiera. Y el cambio de afiliación confesional es algo personal que debe respetarse en una sociedad pluralista. Son las Iglesias y organizaciones religiosas y sus pastores quienes tienen el derecho a juzgarlo desde una perspectiva teológica o eclesiológica, pero no se trata de un caso único o extraño. Veamos.

El Padre de la Patria George Washington era Anglicano (Episcopal) y miembro de una junta parroquial. Pero el episcopalismo del tercer Presidente Thomas Jefferson se limitó a reservar un banco en su parroquia pues estaba más cerca del agnosticismo y el deísmo aunque en Virginia sus aliados más fieles eran Bautistas. Su predecesor, John Adams, como otros Presidentes, estaba casado con la hija de un pastor. Muchos Presidentes y Vicepresidentes han sido hijos de clérigos.

Hasta en Alemania la actual Jefa del Gobierno (Canciller Federal) es hija de un pastor. La esposa de Adams fue Congregacionalista y luego Episcopal, pero el Presidente, a pesar de asistir frecuentemente a Iglesias Episcopales prefirió la Unitaria, que no acepta la Trinidad. Su ilustre hijo John Quincy Adams fue, como su abuelo materno, un fiel Congregacionalista de teología calvinista. James Madison hasta estudió Teología en Princeton. Su mentor fue el Revdo. John Witherspoon, clérigo Presbiteriano que firmó la Declaración de Independencia. James Monroe asistía a la Iglesia Episcopal Saint John de Washington, la histórica “Iglesia de los Presidentes”, cuyo Rector es un cubano americano, el Revdo. Luis León.

Al Presbiteriano calvinista Andrew Jackson lo sucedió Martin Van Buren, de la holandesa Iglesia Reformada calvinista, aunque prefirió asistir a la Episcopal, pero “regresó a la Iglesia de sus padres.” A William Harrison y John Tyler, Episcopales, sucedió James Polk, originalmente Presbiteriano, pero que murió como Metodista. Zachary Taylor se identificaba como “Protestante” y era un gran lector de la Biblia. Su esposa era Episcopal. Millard Fillmore era de la Unitaria, pero visitaba otras Iglesias y su funeral fue oficiado por tres ministros, un Bautista, un Episcopal y un Presbiteriano.

Por cierto que Benjamin Franklin, que no fue Presidente, pero sí uno de los fundadores de la nación, era de origen Presbiteriano, aunque lo consideraban librepensador. Franklin repartía generosamente su diezmo entre las Iglesias Protestantes de Filadelfia. Todos los ministros Protestantes de la ciudad y un sacerdote Católico oficiaron en su funeral.

Franklin Pierce, en su recorrido, asistió a Iglesias Presbiterianas, Episcopales y Congregacionalistas . Observaba estrictamente el domingo. Ni siquiera leía su correspondencia ese día. Su sucesor, James Buchanan, era de familia Presbiteriana, pero sin afiliación hasta que finalmente escribió: “soy (ahora) un miembro en plena comunión con la Iglesia de mis padres”. Le sucedería alguien mucho más famoso.

Abraham Lincoln asumió el poder en 1861. Sus padres eran Bautistas de teología muy calvinista. Aprendió a leer en la Biblia del Rey Jaime y de adolescente limpiaba la capilla. Muy pronto se alejó de la fe. Por largo tiempo fue acusado de agnosticismo, aunque siempre profesó una teología secular llamada “de la necesidad” basada en el calvinismo. Algo así como “El Destino Manifiesto”, pero aplicada a la vida diaria.

El “honesto Abraham” asistió en alguna ocasión a la Iglesia Unitaria, pero frecuentó los sermones de su rival el famoso Peter Cartwright, ministro Metodista con quien compitió en elecciones congresionales. Su boda se efectuó por el rito Episcopal y terminó asistiendo a la Iglesia Presbiteriana con su esposa, después de reconciliarse, aunque sin afiliación formal, con la fe cristiana de sus mayores.

Lincoln no pudo haber sido conserje de una congregación Bautista en aquella época sin estar bautizado. Como el autor de este artículo pudo haber escuchado entonces palabras de un viejo himno: “en las aguas de la muerte sumergido fue Jesús. Más su amor no fue apagado, por sus penas en la cruz. Levantóse de la tumba, sus cadenas quebrantó, y triunfante y victorioso, a los cielos ascendió…” Algunos biógrafos, sobre todo liberales y ateos, pasan por alto su período de conserje y prefieren disminuir cualquier vínculo religioso del libertador de los esclavos.

De paso ignoran que en la mayoría de las confesiones Protestantes la afiliación formal a una parroquia no es absolutamente necesaria para una profesión de fe cristiana. Lincoln no sería el feligrés mas estable, pero citaba la Biblia constantemente. Mientras ejercía la Presidencia, los estados del Sur los presidia Jefferson Davis, Episcopal como su General Robert E. Lee. Davis estudió en una escuela jesuita en Kentucky y asistió frecuentemente a Iglesias Católicas . El sucesor de Lincoln, Andrew Johnson, asistía a una Iglesia Metodista con su esposa, pero frecuentaba misas Católicas y una variedad de Iglesias. Más adelante, la Presidencia la ocuparía un predicador de la Iglesia Discípulos de Cristo James Garfield. Nada extraño, hasta en la secular Alemania de hoy acaba de ser elegido Presidente (Jefe del Estado) un pastor Luterano.

Puedo añadir que Presidentes más recientes han sido Metodistas (Rutherford Hayes, William McKinley, George W. Bush), Presbiterianos (Benjamin Harrison, Woodrow Wilson, Grover Cleveland, Dwight Eisenhower), Reformado calvinista (Theodore Roosevelt), Cuáqueros (Herbert Hoover, Richard Nixon), Bautistas (Warren Harding, Harry Truman, Jimmy Carter, Bill Clinton), Episcopales (Franklin Roosevelt, Gerald Ford, George Bush padre) , Unitarios (William Taft), Congregacionalistas (Calvin Coolidge), Católicos (John F. Kennedy).

La familia de Dwight Eisenhower pertenecía a una confesión alemana, pero se bautizó en una Iglesia Presbiteriana al llegar a la Presidencia. Era la influencia del siempre active Presbiteriano John Foster Dulles (uno de cuyos hijos se hizo Católico y llegó a Cardenal). El católico John Kennedy triunfó en 1960 hasta en ciertos estados Bautistas como Georgia. Lyndon Johnson, de familia Bautista, perteneció a los Discípulos de Cristo, de teología similar. Un pastor Bautista, su abuelo, bautizó al héroe de Texas Sam Houston.

Richard Nixon, cuáquero, asistió a Iglesias Metodistas en California y Washington y a templos Bautistas en el extranjero, donde también visitó el Vaticano. Gerald Ford fue un devoto Episcopal con una teología muy Evangélica. Jimmy Carter enseña todavía en una Escuela Dominical Bautista. Ronald Reagan, de padre Católico, perteneció a los Discípulos de Cristo y asistió a la Iglesia Presbiteriana de su esposa. George Bush (padre) pertenece a la alta aristocracia Episcopal de Nueva Inglaterra. Bill Clinton sigue siendo Bautista, pero asiste a la Iglesia Metodista de su esposa. George W. Bush, de origen Episcopal, se hizo Metodista como su esposa.

Si Rubio llegara algún día a la Presidencia no sería un caso extraño en EE.UU. Bautizado a la tierna edad de 8 años como mormón, su familia permaneció en esa Iglesia cuatro años. Para información de los lectores, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado (Harry Reed) es mormón, como también numerosos legisladores, jueces, generales y gobernadores. Un mormón con rango de “Apóstol” de su Iglesia (el todopoderoso Senador por UTA, Reed Smoot) determinó por mucho tiempo la política azucarera hacia Cuba. El Secretario de Agricultura de Eisenhower (Ezra Taft Benson) presidió la Iglesia Mormona.

Cientos de miles de mormones han defendido el país con las armas. A los 13 años Rubio regresó al Catolicismo y el Senador profesa esa fe, aunque asiste también a una Iglesia Bautista a la que hace donaciones. “Independientemente de cuestiones confesionales o partidistas, deseo lo mejor al Senador Rubio y su familia.” No es el único Católico que asiste a templos Protestantes. Y muchos Protestantes asisten a los Católicos. Usted puede estar o no de acuerdo, pero eso no es raro en un país tan pluralista.

Diario Las Americas 
Publicado el 03-03-2012