Quisqueya y Cuba en Miami: los días de febrero
Diario Las Americas
Publicado el 02-25-2012
Publicado el 02-25-2012
Por Marcos Antonio Ramos
Va terminando el mes de febrero. Hace unos días formaron un solo pueblo cientos de dominicanos y numerosos cubanos en el sepelio de un grande de la fe y de las buenas obras. Se trataba del fallecimiento en República Dominicana de un extraordinario miembro del Instituto de La Salle, Alfredo Morales.
El lasallismo y las referencias a personas piadosas como el hermano Morales nos llega constantemente en conversaciones con el ingeniero Gonzalo Sánchez, recientemente mencionado en el libro Cubans: An Epic Journey sobre el cual escribimos el pasado domingo y que fue presentado el jueves en la Universidad de Miami. Otros grandes amigos nos mantenían informados sobre el trabajo del ilustre misionero, en tierra dominicana desde 1965. Nos referimos al profesor Humberto San Pedro-Soto y sobre todo a su esposa Conchita Giro, hija de Santiago de Cuba como el hermano Alfredo. Uno de nuestros afectos, Mons. Agustín A. Román, familiar de San Pedro-Soto, publicó el jueves un artículo sobre el hermano Alfredo con el título: “Viva Jesús en nuestros corazones”.
Muchas cosas sucedieron y siguen sucediendo en el febrero antillano. El día 27 se conmemora la proclamación de la Independencia de la República Dominicana (1844) por los miembros de la Sociedad Trinitaria fundada por el glorioso Padre de la Patria Juan Pablo Duarte y otros próceres de la dominicanidad. El 24 de febrero se celebra entre los cubanos el Grito de Baire con el cual se inició en 1895 la Guerra de Independencia predicada por José Martí y dirigida por Máximo Gómez y Antonio Maceo, entre otros patriotas insignes.
La comunidad dominicana de Miami celebró esta Semana de la Independencia Dominicana con varios actos culturales. La Dra. Amada Vargas, de Latinos Unidos, fue en gran parte el alma de todo este acontecer patriótico. Esta eminente profesional, gran activista comunitaria y patriota dominicana que representa tanto para los hispanoamericanos del sur de la Florida, contó con el apoyo de numerosos compatriotas suyos como el valiosísimo empresario Enrique Sarubbi, presidente de Casa Cultural Dominico-Americana y el Lcdo. José Alejandro Aybar, el insigne presidente de UNICARIBE.
No faltó la colaboración del distinguido Cónsul General Manuel Almánzar Castillo y su equipo. En realidad no disponemos de espacio para mencionar a tantos colaboradores y amigos de esa causa. Nos correspondió hablar en la apertura de los actos el pasado domingo y pronunciar el lunes una breve conferencia: “Hacia la Poesía Dominicana del Siglo XXI” en la cada día más popular “CubaOcho” de Roberto Ramos y familia.
La declamadora y actriz Santa Morell , nos inspiró con una presentación escénica insuperable de poemas de Pedro Mir, Poeta Nacional Dominicano, y Franklin Mieses Burgos, el gran animador de la Poesía Sorprendida y amigo del siempre recordado escritor chileno Alberto Baeza Flores. Era indescriptible la emoción en la concurrencia en las ocasiones en que Santa Morell declamó el poema de Mir: “Hay un País en el Mundo”, provocando aplausos y lágrimas entre nosotros.
No debe pasar este febrero del 2012 sin mencionar el concierto en First Presbyterian Church de Brickell. La notabilísima violinista dominicana de fama americana y europea, Aisha Syed, deleitó a una multitud que acudió al histórico templo. El Cónsul Almánzar, viejo amigo de inolvidables días en Moca, nos expresó que no encontraba palabras con las cuales expresar su orgullo como dominicano, mientras Aybar y Sarubbi, así como mi amigo desde Puerto Plata, Fátimo García, gran colaborador del Padre José Luis Menéndez en su parroquia, manifestaban su entusiasmo, compartido casi hasta el infinito por los mencionados amigos santiaguero-bayameses: Conchita Giró, crítica de arte y el profesor San Pedro-Soto, primo de Mons. Román.
Febrero es para cubanos y dominicanos un mes de encendidos discursos y desfiles ante los monumentos de Duarte, Martí, Gómez. El 24 de febrero de 1895 un héroe dominicano y de América, Máximo Gómez, se unía al Apóstol Martí en la dirección de la última guerra libertadora del continente. En 1868 los hermanos Marcano y Modesto Díaz, también dominicanos, se unían a Carlos Manuel de Céspedes en la Toma de Bayamo. En Miami, Enrique Ros y en la capital dominicana, Ciudad Primada de América, Carlos Esteban Deive, han escrito este año sobre esa hermosa unidad antillana en pos de la libertad de Cuba.
El 27 de febrero de 1844, un patriota dominicano nacido en Baracoa, Cuba, Manuel Jiménez González (segundo Presidente de la República Dominicana y padre de otro Presidente), estaba entre los trinitarios y sus aliados que llevaron a cabo la hazaña de la Puerta del Conde. El padre de la historiografía dominicana José Gabriel García lo expresa de esta manera: “Conquistado por Manuel Jiménez, el teniente Martín Girón jefe de la guardia de la Puerta del Conde, se eligió el histórico baluarte para dar el grito sacrosanto de Separación, Dios, Patria y Libertad, y desplegar a los cuatro vientos la bandera de la cruz, de modo que, citados para encontrarse reunidos allí a las diez de la noche, acudieron sin vacilaciones ni temores, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, Tomas Bobadilla y José Joaquín Puello, a la cabeza de grupos parciales…” (Compendio de Historia de Santo Domingo, Tomo II, páginas 218-219).
En esta VI Semana Cultural de la Herencia Dominico Americana se entregaron Premios a la Excelencia a cuatro dominicanos y a un cubano. La violinista Aisha Syed y la poetisa Glenda Galán, así como una prominente joven nacida en Moca, un cubano especialista en estudios dominicanos y un gran educador del condado Broward fueron reconocidos. También se pusieron en circulación libros muy valiosos, entre ellos uno de Glenda Galán.
Ganadora de un Premy Emmy y primera finalista en el concurso “Promesas de la Poesía Hispanoamericana”, en Glenda Galán tenemos a una periodista de primera fila, narradora y poetisa que nos ofrece en Guayabas y Fresas, lo que bien puede calificarse de “…un manual para reír, para llorar o aventurarse a ir más allá de la pulpa o la cubierta. No hay vuelta de hoja, se vive o se lee a toda piel…” Los hispanos van dejando su huella en las letras de EE.UU.
De especial significación para los dominicanos de la región ha sido la publicación este año de libros sobre Santo Domingo escritos por cubanos, sobre todo “Los Dominicanos en la Independencia de Cuba” en el cual Enrique Ros desempeñó un papel fundamental y el último número de la revista Herencia, de Herencia Cultural Cubana, dedicada a Máximo Gómez y en reconocimiento al hermano pueblo dominicano.
La primera actividad de esta Semana se inició precisamente con la presentación de la revista y el libro. El joven economista Jonathan D’Oleo Puig, nos introdujo. Jonathan es un orador de altos vuelos, tanto en inglés como en español. Estuvimos a su lado en el 2012 al participar de una actividad del condado Miami Dade en exaltación de la comunidad afroamericana. D’Oleo Puig nos representó con un discurso monumental en inglés.
Exaltamos, pues, la memoria del hermano Morales y los vínculos entre los pueblos del 24 y el 27 de febrero, con un dato que no debe pasar inadvertido. El Poeta Nacional dominicano Pedro Mir, autor de “Hay un País en el Mundo” era hijo de un cubano guantanamero. El Poeta Nacional histórico de Cuba José María Heredia era, como Mariana Grajales y tantos otros cubanos insignes del siglo XIX, hija de dominicanos.
El hermano Alfredo murió en Santo Domingo representando a los misioneros cubanos como tantos dominicanos fallecieron en Cuba encarnados como parte integral y fundamental del pueblo cubano. Ha sido un febrero de hermandad antillana al cual han contribuido la VI Semana de la Herencia Cultural Dominico Americana y Casa Cultural Dominico Americana.
El lasallismo y las referencias a personas piadosas como el hermano Morales nos llega constantemente en conversaciones con el ingeniero Gonzalo Sánchez, recientemente mencionado en el libro Cubans: An Epic Journey sobre el cual escribimos el pasado domingo y que fue presentado el jueves en la Universidad de Miami. Otros grandes amigos nos mantenían informados sobre el trabajo del ilustre misionero, en tierra dominicana desde 1965. Nos referimos al profesor Humberto San Pedro-Soto y sobre todo a su esposa Conchita Giro, hija de Santiago de Cuba como el hermano Alfredo. Uno de nuestros afectos, Mons. Agustín A. Román, familiar de San Pedro-Soto, publicó el jueves un artículo sobre el hermano Alfredo con el título: “Viva Jesús en nuestros corazones”.
Muchas cosas sucedieron y siguen sucediendo en el febrero antillano. El día 27 se conmemora la proclamación de la Independencia de la República Dominicana (1844) por los miembros de la Sociedad Trinitaria fundada por el glorioso Padre de la Patria Juan Pablo Duarte y otros próceres de la dominicanidad. El 24 de febrero se celebra entre los cubanos el Grito de Baire con el cual se inició en 1895 la Guerra de Independencia predicada por José Martí y dirigida por Máximo Gómez y Antonio Maceo, entre otros patriotas insignes.
La comunidad dominicana de Miami celebró esta Semana de la Independencia Dominicana con varios actos culturales. La Dra. Amada Vargas, de Latinos Unidos, fue en gran parte el alma de todo este acontecer patriótico. Esta eminente profesional, gran activista comunitaria y patriota dominicana que representa tanto para los hispanoamericanos del sur de la Florida, contó con el apoyo de numerosos compatriotas suyos como el valiosísimo empresario Enrique Sarubbi, presidente de Casa Cultural Dominico-Americana y el Lcdo. José Alejandro Aybar, el insigne presidente de UNICARIBE.
No faltó la colaboración del distinguido Cónsul General Manuel Almánzar Castillo y su equipo. En realidad no disponemos de espacio para mencionar a tantos colaboradores y amigos de esa causa. Nos correspondió hablar en la apertura de los actos el pasado domingo y pronunciar el lunes una breve conferencia: “Hacia la Poesía Dominicana del Siglo XXI” en la cada día más popular “CubaOcho” de Roberto Ramos y familia.
La declamadora y actriz Santa Morell , nos inspiró con una presentación escénica insuperable de poemas de Pedro Mir, Poeta Nacional Dominicano, y Franklin Mieses Burgos, el gran animador de la Poesía Sorprendida y amigo del siempre recordado escritor chileno Alberto Baeza Flores. Era indescriptible la emoción en la concurrencia en las ocasiones en que Santa Morell declamó el poema de Mir: “Hay un País en el Mundo”, provocando aplausos y lágrimas entre nosotros.
No debe pasar este febrero del 2012 sin mencionar el concierto en First Presbyterian Church de Brickell. La notabilísima violinista dominicana de fama americana y europea, Aisha Syed, deleitó a una multitud que acudió al histórico templo. El Cónsul Almánzar, viejo amigo de inolvidables días en Moca, nos expresó que no encontraba palabras con las cuales expresar su orgullo como dominicano, mientras Aybar y Sarubbi, así como mi amigo desde Puerto Plata, Fátimo García, gran colaborador del Padre José Luis Menéndez en su parroquia, manifestaban su entusiasmo, compartido casi hasta el infinito por los mencionados amigos santiaguero-bayameses: Conchita Giró, crítica de arte y el profesor San Pedro-Soto, primo de Mons. Román.
Febrero es para cubanos y dominicanos un mes de encendidos discursos y desfiles ante los monumentos de Duarte, Martí, Gómez. El 24 de febrero de 1895 un héroe dominicano y de América, Máximo Gómez, se unía al Apóstol Martí en la dirección de la última guerra libertadora del continente. En 1868 los hermanos Marcano y Modesto Díaz, también dominicanos, se unían a Carlos Manuel de Céspedes en la Toma de Bayamo. En Miami, Enrique Ros y en la capital dominicana, Ciudad Primada de América, Carlos Esteban Deive, han escrito este año sobre esa hermosa unidad antillana en pos de la libertad de Cuba.
El 27 de febrero de 1844, un patriota dominicano nacido en Baracoa, Cuba, Manuel Jiménez González (segundo Presidente de la República Dominicana y padre de otro Presidente), estaba entre los trinitarios y sus aliados que llevaron a cabo la hazaña de la Puerta del Conde. El padre de la historiografía dominicana José Gabriel García lo expresa de esta manera: “Conquistado por Manuel Jiménez, el teniente Martín Girón jefe de la guardia de la Puerta del Conde, se eligió el histórico baluarte para dar el grito sacrosanto de Separación, Dios, Patria y Libertad, y desplegar a los cuatro vientos la bandera de la cruz, de modo que, citados para encontrarse reunidos allí a las diez de la noche, acudieron sin vacilaciones ni temores, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, Tomas Bobadilla y José Joaquín Puello, a la cabeza de grupos parciales…” (Compendio de Historia de Santo Domingo, Tomo II, páginas 218-219).
En esta VI Semana Cultural de la Herencia Dominico Americana se entregaron Premios a la Excelencia a cuatro dominicanos y a un cubano. La violinista Aisha Syed y la poetisa Glenda Galán, así como una prominente joven nacida en Moca, un cubano especialista en estudios dominicanos y un gran educador del condado Broward fueron reconocidos. También se pusieron en circulación libros muy valiosos, entre ellos uno de Glenda Galán.
Ganadora de un Premy Emmy y primera finalista en el concurso “Promesas de la Poesía Hispanoamericana”, en Glenda Galán tenemos a una periodista de primera fila, narradora y poetisa que nos ofrece en Guayabas y Fresas, lo que bien puede calificarse de “…un manual para reír, para llorar o aventurarse a ir más allá de la pulpa o la cubierta. No hay vuelta de hoja, se vive o se lee a toda piel…” Los hispanos van dejando su huella en las letras de EE.UU.
De especial significación para los dominicanos de la región ha sido la publicación este año de libros sobre Santo Domingo escritos por cubanos, sobre todo “Los Dominicanos en la Independencia de Cuba” en el cual Enrique Ros desempeñó un papel fundamental y el último número de la revista Herencia, de Herencia Cultural Cubana, dedicada a Máximo Gómez y en reconocimiento al hermano pueblo dominicano.
La primera actividad de esta Semana se inició precisamente con la presentación de la revista y el libro. El joven economista Jonathan D’Oleo Puig, nos introdujo. Jonathan es un orador de altos vuelos, tanto en inglés como en español. Estuvimos a su lado en el 2012 al participar de una actividad del condado Miami Dade en exaltación de la comunidad afroamericana. D’Oleo Puig nos representó con un discurso monumental en inglés.
Exaltamos, pues, la memoria del hermano Morales y los vínculos entre los pueblos del 24 y el 27 de febrero, con un dato que no debe pasar inadvertido. El Poeta Nacional dominicano Pedro Mir, autor de “Hay un País en el Mundo” era hijo de un cubano guantanamero. El Poeta Nacional histórico de Cuba José María Heredia era, como Mariana Grajales y tantos otros cubanos insignes del siglo XIX, hija de dominicanos.
El hermano Alfredo murió en Santo Domingo representando a los misioneros cubanos como tantos dominicanos fallecieron en Cuba encarnados como parte integral y fundamental del pueblo cubano. Ha sido un febrero de hermandad antillana al cual han contribuido la VI Semana de la Herencia Cultural Dominico Americana y Casa Cultural Dominico Americana.
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