SU MAJESTAD EL REY DON DONALD J TRUMP, CAPITULO 1

De Donald J Trump y otras plagas:Trastorno de Personalidad Antisocial


Por Humberto J San Pedro


DEFINICION

Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede: 
Ser capaz de actuar jovial y encantador. 
Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas. 
Quebrantar la ley constantemente

CARACTERÍSTICAS ESENCIALES


Es una afección mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.

Causas

La causa de este trastorno se desconoce. Los genes de una persona y otros factores, como el maltrato infantil, pueden contribuir a su desarrollo. Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan muchísimo más afectados que las mujeres. Esta afección es común en las personas que están en prisión.

El hecho de prender fuegos y la crueldad con los animales durante la infancia se ven con frecuencia en el desarrollo de la personalidad antisocial.

Algunos médicos creen que la personalidad psicopática (psicopatía) es el mismo trastorno. Otros creen que la personalidad psicopática es un trastorno similar pero más grave.

Síntomas

Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:
  • Ser capaz de actuar jovial y encantador
  • Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
  • Quebrantar la ley constantemente
  • Descuidar su propia seguridad y la de los demás
  • Tener problemas de consumo de drogas
  • Mentir, robar y pelear con frecuencia
  • No mostrar culpa ni remordimiento
  • Estar a menudo enojado o ser arrogante 
¿Cuántas personas portadoras del Trastorno de Personalidad Antisocial hemos conocido?

No sé el lector, pero yo he conocido muchos y créanme que ninguno se caracterizó por tener valores similares a los de las hermanitas de la Caridad.

Por el contrario, todos y cada uno de ellos me causaron importantes trastornos, entre ellos una reacción ansioso depresiva profunda allá por el año 1989, de la que hasta hace apenas una semana tuve secuelas importantes.

 A esos pienso citarlos con nombre, apellidos y Resume delictivo incluidos. Pero no, no temáis queridos amigos, no lo haré hoy. Por ahora hablaré de antisociales realmente importantes, no de aprendices.

CARACTERISTICAS EN DETALLE


El Trastorno Antisocial de la Personalidad se caracteriza por un patrón de larga duración de abuso de los derechos de otras personas, manipulación y conductas delictivas en general. Se diagnostica a partir de los 18 años, pero se estima que muchos de los síntomas se desarrollan en edades anteriores. Cuando se detecta sintomatología similar antes de los 15 años, aunque normalmente no sea de forma tan acentuada, entonces estaremos hablando del Trastorno Disocial de la Personalidad.
Una persona con Trastorno Antisocial de la Personalidad (TPA) a menudo siente poca o nada de empatía hacia los otros y no ve problema alguno en transgredir la ley para su propio beneficio.
Tienden a mostrarse insensibles, cínicos y despectivos hacia los sentimientos, derechos y sufrimiento de los demás. Pueden tener una auto-valoración inflada y arrogante (por ejemplo, sienten que el trabajo es algo que no se encuentra a su altura, carecen de una preocupación realista acerca de sus problemas actuales o sobre su futuro) y pueden ser excesivamente obstinados, seguros de sí mismos e incluso engreídos. Son superficiales, volubles y al hablar utilizan habitualmente la jerga verbal para impresionar a quien no está familiarizado con sus hábitos.
¿A quién os recuerda pacientes lectores esa caracterización?

Si eres cubano “de la Isla”, pensarás inmediatamente en el difunto Comandante en Jefe (ordeñe añadían algunos al título) Fidel Alejandro Casiano Castro Ruz.

Si naciste en la hermana república de Venezuela, te vendrá a la mente, con la brillantez y la fuerza de un relámpago, el comandante Hugo Chávez Frías, quien, mostrando sus capacidades divinas, habla –en forma de pajarito—al oído de Nicolás Maduro.

Si eres dominicano, habrás oído hablar del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, Padre de la Patria Nueva y demás y abundantes títulos que el mismo se adjudicó.

Si fueses español, nadie mejor que el Caudillo, Don Francisco Franco y Bahamonde y demás adjetivos que en aras de la concreción no mencionaré.

Y, así las cosas, podríamos alargar la nómina hasta el infinito: José Stalin, Adolfo Hitler, Benito Mussolini, etc., etc., etc.

En América Latina y el Caribe, los dictadores fueron y son el pan nuestro de cada día. En Europa ídem. Pero en los Estados Unidos de Norte América nanay de la China. Ni uno solito ha habido. Ni siquiera ha habido nadie, que, sin declararse dictador, haya actuado como tal. Eso está fuera de todo pronóstico, de toda posibilidad. La monolítica Constitución de este país lo hace imposible.
Pero, no digáis jamás de esta agua no beberé. Ha llegado a la presidencia de nuestro país natal o adoptivo, su majestad Don Donald J Trump (recuérdese que en reciente artículo vimos como la primera familia había pasado a pertenecer a la realeza).

Para no cansaros, terminaré por hoy, pero os dejaré deberes que hacer:

¿Padece nuestro presidente de Trastorno de Personalidad Antisocial?

Si vuestra respuesta es afirmativa, por favor pasen un mensaje de texto al 786 973 1808 con el texto SI. De lo contrario hagan lo mismo, pero con el texto NO.

Si así lo prefieren, escríbanme un email a humbertosanpedro@gmail.com con vuestra respuesta.


Y ahora os dejo “hasta la próxima aventura”, como solía decir ese intrépido mambí el coronel Elpidio Valdés, mientras se alejaba a todo galope, cabalgando sobre su fiel caballo Palmiche.

¡Qué tengan un lindo día y que Dios os bendiga”.

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