Estados Unidos: con solo medio peso - Progreso Semanal: El impacto real de estos pasos en marcha atrás apunta, por una parte, a la industria turística cubana, uno de los renglones económicos más importantes para la maltrecha economía de la Isla. Los hechos solo indican que se trata nuevamente de una jugada política que busca aumentar la presión al interior de la sociedad cubana.
LA HABANA. El pasado viernes el Departamento de Estado en Estados Unidos emitió un “mensaje de seguridad” a los ciudadanos norteamericanos, en el cual restringe el hospedaje en el Hotel Capri y el Hotel Nacional, ambos en la capital cubana.
A la actual crisis diplomática, que ha sido agudizada con severas medidas por parte de Estados Unidos sin que aun existan pruebas que impliquen a Cuba en los supuestos daños causados a diplomáticos norteamericanos y a uno canadiense, ahora se le agrega otro elemento. Esta es la primera comunicación oficial en la que se menciona, meses después, al Hotel Nacional como lugar donde podría peligrar la salud de los visitantes.
Luego de que en numerosos medios de prensa se ha insisitido en que no había hasta el momento un solo incidente reportado por algún visitante estadounidense, ahora ya han comenzado a surgir testimonios sobre quejas de viajeros norteamericanos, que reportan síntomas similares a los de los diplomáticos. Como ha sucedido hasta el momento, ninguna de estas supuestas víctimas ha sido identificada.
Por el contrario, lejos de ser efectivos en la protección de sus ciudadanos, los anuncios y medidas del Departamento de Estado hasta el momento van poniendo parches a los puntos más débiles señalados en esta historia. El impacto real de estos pasos en marcha atrás apunta, por una parte, a la industria turística cubana, uno de los renglones económicos más importantes para la maltrecha economía de la Isla, que justo en estos momentos se enfoca en la recuperación de los numerosos daños ocasionados por el paso del huracán Irma hace menos de un mes. Con lo cual Estados Unidos demuestra nuevamente un magnífico sentido de la oportunidad… saben cuando los golpes duelen más.
Por otra parte, en franco ataque a las familias cubanas, y como complemento a lo anterior, la reducción de personal en su embajada en La Habana y la expulsión de diplomáticos cubanos de su sede en Washington, ha traído varias consecuencias. La obstaculización de los procesos de reunificación familiar y de los trámites de visas para visitantes, que imposibilita el reencuentro (temporal o definitivo) de la comunidad cubana con sus familiares y amigos en Cuba, es una de ellas.
Así como también lo es la casi paralización de nuevos contactos para empresas y comercios norteamericanos a los que les interese explorar oportunidades de negocios con Cuba, pues el personal cubano expulsado de Washington tramitaba los primeros pasos de ese proceso.
Aunque incluso Heather Nauert, vocera del Departamento de Estado, reconoció que ese país no ha ofrecido toda la información disponible a Cuba, el camino de retorno a la tensión en las relaciones entre ambos países ya se está desandando. Los hechos solo indican que se trata nuevamente de una jugada política que busca aumentar la presión al interior de la sociedad cubana. Esta decisión política podría impulsar, en cambio, la consolidación de las posiciones antimperialistas en importantes sectores de la ciudadanía en la Isla.
Todo esto, como dice una vieja canción tradicional, por solo medio peso.
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